Se encuentra a 1.084 metros sobre el nivel del mar, entre Torreandaluz y Rioseco a cuyo ayuntamiento pertenece. Está deshabitado desde mediados de los setenta.
El caserío lo conforman unas catorce casas, casi todas de adobe. Tiene forma de L invertida (la calle Mayor que atraviesa el pueblo y otra que sale a la izquierda). Está en terreno llano junto a una frondosa chopera
El principal medio de vida de sus vecinos era la agricultura. El trigo y la cebada eran los cultivos dominantes y siempre tuvieron fama de buenos productores de judías. Había algunos rebaños de ovejas y en el pasado también se dedicaron a la arriería, principalmente llevando grano hasta la Rioja. Las fiestas patronales eran el 8 de septiembre. Sus fértiles tierras siguen siendo cultivadas por agricultores de los pueblos cercanos.
A pesar de contar con relativamente buenas comunicaciones, carretera, luz y buenas tierras de cultivo, el pueblo quedó deshabitado, y aunque las condiciones de repoblación serían más sencillas, no hay ninguna casa rehabilitada para el veraneo o los fines de semana, como ha ocurrido en otros pueblos. Parece que hubo un efecto dominó, que cuando los primeros empezaron a marchar fueron arrastrando a los demás. La gente empezó a irse a últimos de los 60 y primeros de los 70, en 1971 se cerró la escuela y en 1975 la ultima casa, por un pastor jubilado y su hija que al quedarse solos emprendieron rumbo a Soria, adonde fueron a parar la mayoría de los escobosanos (alguna familia marchó tambien a Logroño).
La iglesia está completamente en ruinas. Se conserva una fuente y un lavadero en bastante buen estado
La iglesia está completamente en ruinas. Se conserva una fuente y un lavadero en bastante buen estado
Cuando se entra en el pueblo todo es soledad y silencio, solo roto por el canto de los pajaros.
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