lunes, 24 de noviembre de 2014

Declaración de monumentos


La fecha del 24 de noviembre de 1980 fue especialmente destacada para la conservación del patrimonio soriano, pues la Dirección general de bellas artes, archivos y bibliotecas acordó incoar por trámite de urgencia expediente para la declaración de monumento histórico artístico (categoría asimilable a la actual de Bien Interés Cultural) de 
  • la villa romana de Huerta del Río en Tarancueña
  • de la necrópolis y villa romana de Ucero, 
  • del yacimiento de Los Tolmos en Caracena, 
  • del Castro de Zarranzano en Almarza, 
  • y de la villa romana de Los Quintanares en Rioseco.
Fuente: Diario de la historia soriana. Amigos del Museo Numantino.
Foto: Mosaico de la madre naturaleza, uno de los 32 que conforman la villa romana de Los Quintanares, en Rioseco de Soria

sábado, 22 de noviembre de 2014

Parapescuezos (3)

22/11/1969:
 El 22 de noviembre y alegando motivos de salud, dimitió el obispo de Osma Saturnino Rubio Montiel, que lo era desde 1945. Pocos días después se conoció el nombre de su sucesor, el vallisoletano Teodoro Cardenal Fernández que entró en El Burgo de Osma como obispo el 25 de enero del año siguiente, suceso al que asistió el abajo firmante
.
Pero hoy a quien queremos dedicar nuestro espacio es al obispo Rubio Montiel cuya faceta pastoral ha sido muy alabada según quienes le conocieron, pero que en el aspecto de la conservación del patrimonio histórico artístico que nos atañe pasó como un elefante por una cacharrería. Y es que el buen obispo fue el responsable de la venta de templos como la ermita de San Miguel de Parapescuez en La Aldehuela de Calatañazor considerada como una obra excepcional del románico soriano del primer cuarto del siglo XII y que, arruinada, salió a subasta. También fue el responsable de permitir el hundimiento de la vieja iglesia de San Clemente para promover unas oscuras intervenciones urbanísticas, derribó la vieja iglesia de El Salvador, permitió la venta, quema o destrucción de muchas imágenes, retablos y enseres religiosos por el mero hecho de ser viejos.
En su favor hay que reconocer que, en general, aquella sociedad soriana consideraba todo lo antiguo como algo viejo y sin valor por lo que si alguien se lo encontraba y ofrecía un precio, era vendido sin dudar. En esos años desaparecieron muchos templos. En la capital, sin ir más lejos, también desaparecieron la mayor parte en las calles Real, Caballeros, así como un buen número de palacios y palacetes desperdigados por toda la ciudad que han convertido a Soria en lo que es ahora y que en palabras de Chueca Goitia se resume diciendo que Soria tiene el dudoso honor de ser la ciudad donde ha habido mayor grado de destrucción urbana de todas las ciudades españolas.
Fuente Diario de la historia soriana. Amigos del museo numantino.

viernes, 23 de mayo de 2014

Parapescuezos (2)

Estamos frente al pequeño pueblo de La Aldehuela de Calatañazor, perteneciente al ayuntamiento de Calatañazor y habitado solo por diceciseis almas en el censo de 2012 (asi que es posible que al día de la fecha tenga todavía menos)
Pues bien, al otro lado de la carretera, arranca un camino de herradura no apto para coches, que tras 1.800 metros nos conduce, llevando siempre a nuestra derecha el cauce del rio Milanos, hasta las tristes ruinas de la que fuera interesante iglesia de San Miguel de Parapescuez o Parapescuezos, de finales del siglo.XII.. Lo poco que queda de ella tras su rocambolesca y deprimente historia de abandono, nos lo encontramos a la derecha del camino en una leve elevación, en un entorno de monte bajo.   
Fue parroquia de un pueblo desaparecido, del que quedan restos y del que los vecinos afirman que se llamaba como la Iglesia. En "El Santero de San Saturio" Gaya menciona un santero que la cuidaba. 

Se sabe que era de una sola nave y ábside cuadrangular, separados por un arco triunfal compuesto de cuatro arquivoltas, dos lisas y dos decoradas con bocel y con bifolias, que apoyaban sobre jambas. Este detalle del arco triunfal a modo de portada de acceso a la capilla mayor la emparentaba con los ritos orientales y visigoticos. La techumbre era de madera y el abside tenía dos rudos ventanales aspillerados y se cubría con bóveda de medio cañón. La portada, abierta en el lado sur, estaba formada por cinco arquivoltas de medio punto, tres de ellas lisas, otra con tallos ondulantes y la interior con cabezas femeninas y masculinas dispuestas en el sentido de la curva. Quedan restos de dos ventanitas que iluminaban el interior. La del frente del ábside tiene tres piedras que forman las dos jambas con columnitas incisas y una arquivolta semicircular con tímpano. La ventana del frente sur, es similar, solo que aquí el tímpano se sustituye por una pieza rectangular
El edificio se conservó relativamente bien hasta 1940, aunque ya convertido en majada pastoril. Los vecinos la vendieron por 50.000 pesetas a un señor "del norte" quien desmontó los elementos esculturados en 1963 (portada, arco de triunfo y ventanales)

No sabemos con seguridad donde se encuentran esos restos esculturados aunque como consuelo nos dicen que se cree que no salieron de España. Todo lo que puede verse actualmente en su lugar original, entre montones de escombros, es el arranque del muro norte hasta unos dos metros, y un fragmento del occidental. Tambien, como ya dijimos en una entrada anterior se conserva un crismón en alguna sala del museo arqueológico de la provincia de Soria, más conocido como  Museo Numantino