Estamos frente al pequeño pueblo de La Aldehuela de Calatañazor, perteneciente al ayuntamiento de Calatañazor y habitado solo por diceciseis almas en el censo de 2012 (asi que es posible que al día de la fecha tenga todavía menos)
Pues bien, al otro lado de la carretera, arranca un camino de
herradura no apto para coches, que tras 1.800 metros nos conduce, llevando siempre a nuestra derecha el cauce del rio Milanos, hasta las tristes ruinas de la que fuera interesante iglesia de San Miguel de Parapescuez o Parapescuezos, de finales del siglo.XII.. Lo poco que queda de ella tras su rocambolesca y deprimente historia de abandono, nos lo encontramos a la derecha del camino en una leve elevación, en un entorno de monte bajo.
Fue parroquia de un
pueblo desaparecido, del que quedan restos y del que los vecinos
afirman que se llamaba como la Iglesia. En "El Santero de San
Saturio" Gaya menciona un santero que la cuidaba.
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Se sabe que era de una
sola nave y ábside cuadrangular, separados por un arco triunfal
compuesto de cuatro arquivoltas, dos lisas y dos decoradas con bocel
y con bifolias, que apoyaban sobre jambas. Este detalle del arco
triunfal a modo de portada de acceso a la capilla mayor la
emparentaba con los ritos orientales y visigoticos. La techumbre era
de madera y el abside tenía dos rudos ventanales aspillerados y se
cubría con bóveda de medio cañón. La portada, abierta en el lado
sur, estaba formada por cinco arquivoltas de medio punto, tres de
ellas lisas, otra con tallos ondulantes y la interior con cabezas
femeninas y masculinas dispuestas en el sentido de la curva. Quedan
restos de dos ventanitas que iluminaban el interior. La del frente
del ábside tiene tres piedras que forman las dos jambas con
columnitas incisas y una arquivolta semicircular con tímpano. La
ventana del frente sur, es similar, solo que aquí el tímpano se
sustituye por una pieza rectangular
El
edificio se conservó relativamente bien hasta 1940, aunque ya
convertido en majada pastoril. Los vecinos la vendieron por 50.000
pesetas a un señor "del norte" quien desmontó los
elementos esculturados en 1963 (portada, arco de triunfo y
ventanales)
No sabemos con seguridad donde se encuentran esos restos esculturados aunque como consuelo nos dicen que se cree que no salieron de España. Todo lo que puede verse actualmente en su lugar original, entre montones de escombros, es el arranque del muro norte hasta unos dos metros, y un
fragmento del occidental. Tambien, como ya dijimos en una entrada anterior se conserva un crismón en alguna sala del museo arqueológico de la provincia de Soria, más conocido como Museo Numantino